Monasterio de Santa SofíaCanónigas Premostratenses (Sofías)

En 1868 la comunidad toresana de Premostratenses recibió el encargo de propagar la devoción a la Virgen de la Saleta de manos del entonces obispo de Zamora, Bernardo Conde y Corral. Éste tras remitir la concesión de indulgencias al Santuario de la Saleta en Siador (Pontevedra) recibió de vuelta algunos “efectos” de La Saleta. El obispo los remitió a la abadesa de Santa Sofía y el 10 de junio de 1868 ésta dirigía un escrito al Santuario gallego para inscribir a todas las religiosas en la Asociación de fieles que allí se había erigido.

La comunidad encargó un grupo escultórico al imaginero zamorano Ramón Álvarez Prieto. La Virgen de la Saleta de Toro recibe el culto privado de las hermanas en la clausura del Monasterio y únicamente es colocado en la iglesia del mismo para la celebración del Triduo, que suele organizarse en el mes de octubre.